La editorial del Padre Luciano Lotti del numero de Julio- Agosto  del 2020 de La Casa Sollievo della Sofferenza

A propósito, he robado el título a un artículo de Guillermo Sanguinetti escrito hace cerca de setenta años y publicado en esta revista en setiembre de 1950. Podríamos sintetizar con este título todos los años transcurridos aquí, en San Giovanni Rotondo. El artículo recuerda los eventos de Casa Sollievo desde el primer golpe de pico en mayo de 1947 e incluso antes, las grandes decisiones de las elecciones escogidas con fe del 1940.

Guillermo Sanguinetti preconiza una gran estatua de San Francisco que será erigida el el ápice  de la construcción (cosa que  fue realizada el 4 de octubre de 1987) “ con sus brazos abiertos como una gran cruz humana y divina, parecerá que toda la majestad del edificio no sea más que un inmenso pedestal para el símbolo vivido y Santo a la caridad por ,oficio del amor de la caridad” Imagino que bello sería leer esta página cuando nace un nuevo Grupo de Oración o quizás regalarlo a los nuevos contratados en la clínica.

No se trata acá de hacer un poco de retórica de precio bajo, sino de comprender que somos en este   momento tan difícil para la sanidad italiana y diré de todo el mundo.

La Casa Sollievo ha respondido rápido al llamado surgido de la reciente pandemia , con profesionalidad , sentido de responsabilidad y con una respuesta científica ampliamente adecuada, Sería banal parangonar, en toda Italia loa hospitales Covid  ha dado lo mejor de si, lo sabemos; ahora es necesario y no solo para estar prontos a nuevas emergencias  ( que esperamos vivamente que o se produzcan, sino porque este “estilo Covid” del personal, de las administraciones y de las varias estructuras  han devenido  normales para la sanidad italiana.

Aquella obra que hace 90 años era pensada (considerada) como un líder de un mundo dedicado a la caridad por los que sufrían, hoy tiene la necesidad no solo se reorganizarse y estar a la altura del tiempo, sino proponerse como vanguardia de aquellos valores éticos y espirituales que son el alma de la cura de los enfermos, según cuanto enseña el Padre Pio . Escribía el doctor Sanguinetti” Es nuestro sueño, nuestro mayor deseo y también nuestro primer deber es que mantenga a lo largo de los siglos con espíritu brillante y el nombre de la Casa Sollievo della Sofferenza y el de su Fundador y que nosotros  desaparezcamos  como una generación de hormigas a los primeros rigores del frio. Desaparezca nuestra misera persona, también nuestros nombres, dejando la antorcha iluminada por el amor que será recogido por otras generaciones de hormigas.

Cual aspiración más grande que ser la hormiga de San Francisco” Escribo estas cosas al Grupo de Oración para llamar recordarle la gran responsabilidad que tienen en este momento histórico: El Padre Pio nos ha pensado como la estructura espiritual y caritativa que debe acompañar el crecimiento y maduración de su Obra. Hay lecturas de una marca positivista de la vida y del apostolado del padre Pio: tenía una personalidad fuerte, era un líder, podía responder al vacío de Las personas que recurrían a el. He leído tanto, Me canse de discutir. porque nosotros sabemos que el Padre Pio no es solo esto. Ciertamente en su modo de actuar era una carga humana muy fuerte y esta ciertamente ha contribuido a abrir los corazones y volverlos más dispuestos a la caridad; mas- como él decía-“esto es obra de la Providencia”

El Señor verdaderamente se ha servido de el para hacer el bien; el Padre Pio por su parte , no solo ha estado pronto y disponible a las acciones de la gracia, sino, con toda su fuerza ha obtenido esta gracia a través de la oración y la paciencia. Ahora aquel empeño de oración y vivacidad en comprender y seguir las acciones de la gracia, ello ha entregado a cada uno de nosotros, a su Grupo de Oración. Sería muy decepcionante  pensar que hemos fallado en nuestra misión por negligencia   o por superficialidad, no permitamos que las dificultades que cuesta encontrarnos , la rutina de todos los días  y ( desafortunadamente ) un cierto secularismo entrado en nuestra casa , nos alejan de la misión que debíamos acompañar a Casa Sollievo con la oración y con la caridad  En el mes de Setiembre comunicaremos el proyecto formativo de este año, que no habíamos podido proponer en ocasión del proyecto perdido. Convenio Nacional, con satisfacción estsremos llamados a vivir aquella misión de evangelización y presencia en la sociedad que fue una de las características del padre Pio.

Tenemos nuevos modos de ser, Debemos cambiar el estilo de vida en ocasiones, pero somos los mismos: aquellos hijos espirituales del Padre Pio a los cuales él nos recomendaba: No me hagáis quedar mal.